Luis Díaz marcó un golazo y Thiago Almada logró el empate para la albiceleste sobre el final del encuentro. La clasificación se aplaza una jornada más.
Y de repente, un baldado de agua fría los despertó. La ilusión de miles de aficionados colombianos de ver una victoria de la Tricolor en su visita al mítico estadio Monumental de Buenos Aires, ante la campeona del mundo y de América, se esfumó por un descuido en defensa y por esa vieja costumbre de nuestros jugadores de no aprovechar los momentos, ni siquiera cuando el rival tenía un hombre menos, tras la expulsión de Enzo Fernández.
Un amargo 1-1 para los hinchas, que soñaban con una victoria que devolviera la ilusión de aquel equipo que deslumbró en el primer tramo de la eliminatoria al Mundial de 2026 y en la Copa América. Pero la clasificación quedó aplazada, una vez más, para el próximo encuentro ante Bolivia en el estadio Metropolitano de Barranquilla.
Quedó demostrado que el guajiro Luis Díaz es el jugador más desequilibrante de nuestro equipo, uno de los extremos más letales del fútbol mundial. Lastimosamente, no contó con el acompañamiento necesario para capitalizar los contragolpes con los que intentó sorprender a la defensa albiceleste.
Al minuto 25, Lucho recibió un balón en la banda y, aprovechando un resbalón de Rodrigo De Paul, emprendió una carrera de más de 50 metros, acumulando defensores argentinos en el área hasta definir con clase al costado izquierdo del arco defendido por Dibu Martínez.
Los dirigidos por Néstor Lorenzo no supieron aprovechar la ventaja numérica y cayeron en la provocación argentina: mucho roce, muchos insultos, manotazos que el árbitro paraguayo prefirió ignorar para no complicarse la noche.
Pero la gota no rompe la piedra por su fuerza, sino por su constancia. Y eso fue la campeona del mundo esta noche. Insistió tanto que por momentos desbordó a la defensa cafetera, hasta el fatídico minuto 80.
Lucumí se quedó tendido en el área simulando una lesión. Al ver que el saque de banda se hizo rápido y que Thiago Almada recibió solo en el área, se levantó corriendo para intentar tapar el hueco que había dejado. Con tan mala fortuna, el balón terminó clavándose en la esquina de la portería defendida por Mier.
Se agotan las jornadas y en el horizonte aparecen Bolivia y Venezuela, que por fortuna perdió 2-0 en su visita a Uruguay. Seguramente clasificaremos al Mundial, pero la imagen de la selección sigue siendo, lamentablemente, deplorable.





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