Con motivo de los 500 años de fundación de Santa Marta, el Papa León XVI envió un mensaje en el que expresa su cercanía espiritual con los habitantes de la ‘Perla de América’, a quienes anima a seguir construyendo una sociedad justa, fraterna y guiada por los valores del Evangelio.

“Quiero unirme a su acción de gracias al Señor por los dones recibidos en este tiempo, el primero ciertamente la fe en Jesucristo”, señala el Sumo Pontífice en su misiva, dada a conocer por monseñor José Mario Bacci, obispo de la Diócesis de Santa Marta, en la carta también destaca la importancia de trabajar de la mano con “todas las personas de buena voluntad” para avanzar en el peregrinaje colectivo hacia el bien común.

En su mensaje, León XVI cita a San Agustín y reflexiona sobre la necesidad de amar lo bueno y rechazar lo que esclaviza, invitando a los creyentes a dejarse transformar por el Espíritu de Dios, simbolizado como “agua viva”. Asimismo, llama a fortalecer el tejido social a través de la construcción de “acequias, puentes y redes” que permitan que la alegría y la bendición divina lleguen a todos.

El Pontífice también eleva una oración para que el Señor conceda a la ciudad la fuerza de sanar heridas y remover los obstáculos que impiden el desarrollo colectivo. “Teniendo a Dios en medio, nuestra ciudad no vacilará”, afirma en uno de los apartes más destacados de su intervención.

La carta concluye con una encomienda especial a la Virgen María, “nuestra Madre Inmaculada, que se venera en esta querida ciudad de Santa Marta con tanta devoción”, y con la impartición de la Bendición Apostólica a todos los samarios.

Aunque el mensaje fue recibido con gratitud por la comunidad católica de la ciudad, algunas personas han señalado que el texto carece de referencias concretas a la historia, identidad y realidad sociocultural de Santa Marta, lo que lo hace sentir distante o genérico frente a la importancia del aniversario.

Sin embargo, el gesto del Santo Padre se mantiene como una expresión de acompañamiento espiritual en esta significativa conmemoración.